Uso de dinero móvil y pagos digitales se acelera en Centroamérica

BID Lab firmó un convenio de cooperación técnica no reembolsable para dar inicio al programa “Industria Fintech: Vehículo para la Inclusión Financiera”, que agrupa a las asociaciones Fintech de El Salvador, Guatemala y Honduras.

Foto: BID

Centroamérica. La utilización de servicios financieros digitales ha experimentado un rápido crecimiento en Centroamérica, Panamá y República Dominicana en los últimos cinco años.

Los adultos en la región que son propietarios de cuentas de dinero móvil se duplicaron (del 4% al 8%) entre 2017 y 2021, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las plataformas digitales facilitan el ahorro, mejoran la seguridad, la rapidez, y reducen los costos asociados con los pagos domésticos y remesas internacionales, lo que es especialmente relevante en la región, donde los hogares más vulnerables dependen de las remesas, según el informe económico del BID “Hacia una mayor inclusión financiera para el desarrollo”.

El estudio destaca el número de cuentahabientes de dinero móvil y de pagos digitales, lo que representa un avance en inclusión financiera de empresas y hogares en la región y una puerta de entrada a otros productos y servicios financieros, con una menor dependencia de la infraestructura bancaria tradicional.

A pesar de los avances, la región enfrenta desafíos para cerrar brechas con otras partes del mundo en términos de adopción de herramientas financieras digitales, así como en otras políticas que influyen positivamente en la inclusión financiera.

Estas incluyen el desarrollo de una estrategia nacional de inclusión financiera, la educación financiera, el impulso a la competencia, y mejora en la tasa de recuperación de los créditos ante impago.

Otros retos son el acceso a la información crediticia de los deudores, la eficiencia administrativa de las instituciones financieras mediante el uso de corresponsales y las plataformas digitales de pagos.

En esta región, en promedio, 35% de las empresas declaran estar restringidas financieramente, con mayor frecuencia que el promedio en América Latina (30%). Por su parte, en los hogares, la región tiene en promedio un nivel de inclusión financiera estimada de 42% del promedio de los países de ingreso alto de la OCDE.

El Salvador promovió la inclusión financiera con la distribución de transferencias gubernamentales mediante dinero móvil y el sistema de pagos Transfer365, lo que contribuyó a que el país lidere la región en la adopción del dinero móvil como un medio eficaz para la distribución de transferencias

gubernamentales.

Un 26% de las personas que utilizan el dinero móvil afirman haber recibido alguna transferencia del gobierno. El Sistema de Pagos Transfer365 es una medida positiva para promover la inclusión financiera.

En El Salvador, el Programa de Acceso al Crédito para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa del BID tiene como objetivo promover su acceso a crédito productivo de mediano y largo plazo, con el apoyo de BANDESAL (Banco de Desarrollo de la República de El Salvador).

BID Invest suscribió una nota de crédito con la Federación de Cajas de Crédito y Bancos de los Trabajadores, Sociedad Cooperativa (Fedecrédito) para ampliar los servicios otorgados a los intermediarios financieros miembros de la cooperativa para que estos puedan expandir el acceso al crédito de los hogares de bajos ingresos, así como de las mipymes.

Por su parte, BID Lab acordó un préstamo de $2 millones con Óptima Servicios Financieros para acortar la brecha de inclusión financiera de micronegocios, particularmente de empresas lideradas por mujeres.

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