Seguirán presionando por uso de combustibles fósiles

PHILIPPINES/

No hay duda de que París podría ser la última esperanza de muchos de estos países tan vulnerables. El gobierno de Kiribati ya ha comprado tierras en Fiyi para que sus gentes tengan un lugar al que escapar cuando el mar se trague su isla.

Foto: Avaaz.org.

INTERNACIONAL. El sitio Avaaz ha denunciado que un ejército de grupos de presión a favor del uso de combustibles fósiles se presentará en las negociaciones mundiales sobre el clima de París, mientras que las pequeñas naciones insulares que se hunden en los frentes abiertos del cambio climático solo pueden permitirse mandar a un puñado de delegados.

No obstante, los miembros de la organización consideran que es posible formar un equipo potente que luche por la supervivencia de estos pueblos.

“Una y otra vez, hemos visto cómo los grandes países contaminantes dominaban las conferencias climáticas, bloqueando medidas y frenando los acuerdos necesarios para salvar nuestro planeta. Pero a menudo se requiere el testimonio moral de los países en primera línea, que ya están sufriendo mega tifones y pérdidas derivadas del aumento del nivel del mar, para concentrar de nuevo la atención mundial en lo que está en juego y la necesidad de medidas urgentes”, dicen.

Avaaz adivierte que esta es la última reunión de esta clase para lograr un acuerdo climático mundial y que si sus voces no están presentes en las negociaciones de París, “nosotros y todas las futuras generaciones saldremos perdiendo”.

Esos estados insulares están comenzando a hundirse literalmente bajo las olas y es absolutamente injusto porque han contaminado mucho menos que el resto del mundo. A menos que se tomen medidas ahora mismo, podrían desaparecer del mapa para siempre y sus gentes se enfrentarán a la difícil decisión de quedarse allí a ver sumergirse sus tierras o abandonarlas, advierte Avaaz.

Agregan que “las negociaciones de París son un punto de inflexión — lo que acuerden nuestros líderes determinará si es inevitable esta situación o si podemos pararla. Es crucial conseguir que representantes de estas comunidades asistan a las negociaciones e impulsar sus voces para que suenen las alarmas.”

Por ello, se considera que alcanzar un acuerdo fuerte y frustrar los bloqueos, financiar un equipo de Avaaz de respuesta rápida que, desde la conferencia, lance campañas en tiempo real a favor de un tratado ambicioso y lleve a cabo una acción diaria con los medios para identificar y avergonzar a los países que pongan en peligro el acuerdo, podrá ayudar de forma determinante.

No hay duda de que París podría ser la última esperanza de muchos de estos países tan vulnerables. El gobierno de Kiribati ya ha comprado tierras en Fiyi para que sus gentes tengan un lugar al que escapar cuando el mar se trague su isla. Pero la catástrofe del cambio climático no es inevitable si hacemos caso a las voces de los pueblos vulnerables, concluyen.

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