Con la creciente adopción de vehículos eléctricos, ESET advierte que aumentan los ataques mediante códigos QR falsos que buscan robar datos en las estaciones de recarga.
Foto: ESET.
San Salvador. En los últimos años, muchos países y regiones de todo el mundo han apostado rápidamente por los vehículos eléctricos. Solo en 2023 se matricularon unos 14 millones de vehículos nuevos, un aumento anual del 35% que eleva el total mundial a más de 40 millones.
Pero las nuevas tecnologías traen consigo nuevas amenazas. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, alerta sobre grupos delictivos que están combinando amenazas físicas y virtuales para robar los datos de pago de quienes conducen este tipo de vehículos.
“Uno de los últimos trucos consiste en utilizar técnicas de suplantación de identidad mediante códigos QR, conocidas como «quishing», para espiar o robar datos de pago. De hecho, no es muy diferente de los trucos que utilizan códigos QR falsos en los parquímetros, y quienes conducen vehículos eléctricos deben tener cuidado con este tipo de amenaza en las estaciones de carga”, explica Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
El quishing resulta de la mezcla entre las palabras phishing y código QR. Los estafadores colocan códigos QR falsos sobre los auténticos. Cuando estos son escaneados, llevan a las víctimas a un sitio de phishing para recoger sus credenciales/información o descargar malware.
En este caso, los delincuentes encontraron una forma de adaptar la estafa a la nueva moda de los vehículos eléctricos que recorre el mundo. Según informes del Reino Unido, Francia y Alemania, los estafadores están pegando códigos QR maliciosos encima de los legítimos en las estaciones de recarga públicas. El código debe llevar a los usuarios a un sitio web donde pueden pagar la electricidad al operador de la estación (por ejemplo, Ubitricity).
Sin embargo, si escanean el código falso, serán conducidos a un sitio de suplantación de identidad similar que les pedirá que introduzcan sus datos de pago, que serán recopilados por los ciberdelincuentes. Se afirma que el sitio correcto se cargará en el segundo intento, para garantizar que las víctimas puedan finalmente pagar por el cargo.
En algunos informes también sostienen que los ciberdelincuentes podrían estar utilizando tecnología de interferencia de señal para impedir que las víctimas utilicen sus aplicaciones de recarga y obligarlas a escanear el código QR malicioso.
Con más de 600.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos en Europa, los estafadores tienen muchas oportunidades de estafa. Se toma ventaja del hecho de que muchos propietarios de vehículos eléctricos pueden ser nuevos en la experiencia, y más inclinados a escanear el código en lugar de tratar de descargar la aplicación oficial de carga/pago o llamar a la línea de ayuda. Dado que son varios los proveedores que suministran estas estaciones, los estafadores también pueden intentar aprovecharse del cansancio de los usuarios. Un código QR suele ser una opción más rápida y atractiva que dedicar tiempo a descargar varias aplicaciones de recarga.
Hubo otros casos de estafadores que se dirigen a los conductores mediante códigos QR maliciosos pegados en los parquímetros. En este caso, una persona desprevenida no sólo puede perder los datos de su tarjeta, sino que también puede recibir una multa del ayuntamiento.
ESET sugiere fijarse bien en el código QR y posibles señales de alarma. ¿Parece como si estuviera pegado encima de otra cosa, o forma parte del signo original? ¿Es de diferente color o tipo de letra que el resto de la señal, o parece fuera de lugar de alguna otra manera?
También sugiere nunca escanear un código QR a menos que aparezca en el propio terminal del parquímetro; considerar la posibilidad de pagar únicamente a través de una llamada telefónica o de la aplicación oficial de recarga del operador correspondiente o desactivar la opción de realizar acciones automáticas al escanear un código QR, como visitar un sitio web o descargar un archivo, entre muchas otras cosas.