El Presidente de la República, Mauricio Funes, ha llamado a los máximos representantes de los partidos políticos con representación en la Asamblea Legislativa para sostener el martes una reunión que permita encontrar una solución al conflicto entre este órgano de Estado y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), según lo anunciaron fuentes oficiales.
En realidad, la pugna no es entre ambos órganos del Estado, sino, entre un grupo de diputados y los magistrados de la Sala de lo Constitucional nombrada en 2009.
Dicho conflicto surgió a raíz de una resolución en la que la referida Sala, declaró ilegalidad en el nombramiento de un tercio de los magistrados en 2006 y otro tercio en 2012.
Pero en el discurso político se sigue manejando como una pugna entre Poderes y, en este contexto, El Presidente Funes dijo que “en virtud de la situación crítica que tiene origen en el conflicto de poderes, a la luz del daño que ella (la situación) produce en nuestra sociedad, he resuelto convocar a una reunión”, justificó.
Para el Jefe de Estado el conflicto ha tomado un sesgo delicado a raíz de acciones y declaraciones de ciertos sectores no implicados en el mismo. Sin mencionar cuáles son esos sectores, dijo que éstos han tomado partido, “agravándolo e inclusive atacando la posición equidistante adoptada por el gobierno”.
El agravamiento también se nota, cuando un sindicato que no tiene absolutamente nada que ver en las situaciones de carácter eminentemente político, se inmiscuyó en la toma de posesión de los magistrados cuya elección ha sido declarada ilegal.
No obstante, las autoridades nombradas en 2012, se declaran totalmente imparciales, mientras son acuerpadas por un sindicato que ya ha solicitado algunas posibles destituciones y aumento de salario para los agremiados en SITTOJ, según una publicación de La Prensa Gráfica, del pasado 19 de julio; Ovidio Bonilla Flores, además, aparece en demostración de triunfalismo, alzando la mano con la ayuda del Presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes y del Diputado Francisco Merino, pese a lo cual sostiene la imparcialidad.
“Entiendo los intereses de cada sector, de cada partido, pero debemos poner lo mejor de cada uno para encontrar la salida que nos permita superar esta situación y encauzar toda nuestra energía en la resolución de los serios problemas que atraviese El Salvador y que esencialmente afectan a los sectores más humildes y vulnerables”, dijo el presidente en su invitación.
El llamado se da después de una serie de reclamos por la inestabilidad institucional, que hicieran la ONU, la Unión Europea y últimamente, el Gobierno estadounidense.