La transformación del cuidado cardiovascular: Una mirada al futuro

El pasado Día Mundial del Corazón sirve como un recordatorio oportuno de que, con las herramientas y estrategias correctas, se puede transformar el cuidado cardiovascular para las generaciones venideras.

Foto: Cortesía.

San Salvador. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y, en El Salvador, representan más del 25 % de todos los decesos anuales.

Ésta no solo afecta a las poblaciones mayores, cada vez es más común que impacte a adultos en edad laboral, a menudo por diagnósticos tardíos y acceso limitado a una atención oportuna. En contraparte, las nuevas tecnologías están transformando la forma en que detectamos, tratamos y prevenimos las enfermedades cardíacas.

“Los avances en Inteligencia Artificial (IA), robótica, ciencia de datos y tecnología vestible están revolucionando el cuidado cardiovascular de maneras impensables hace apenas una década. Estas innovaciones están ayudando a los médicos a ofrecer diagnósticos más tempranos, planes de tratamiento más personalizados e intervenciones más seguras”, destaca el Dr. Tom Nguyen, director Médico Ejecutivo de Baptist Health Heart & Vascular Care.

Las siguiente son las áreas clave de innovación en este campo:

Diagnósticos impulsados por IA: Los modelos de aprendizaje automático pueden analizar grandes volúmenes de datos —como electrocardiogramas, imágenes médicas e historiales clínicos— para detectar patrones que podrían pasar inadvertidos al ojo humano. Estas herramientas apoyan la identificación temprana de riesgos cardíacos y permiten decisiones clínicas más precisas.

Cirugía mínimamente invasiva y robótica: Los avances en procedimientos asistidos por robot permiten que cirugías cardíacas complejas se realicen con incisiones más pequeñas, mayor precisión y menos complicaciones.

Baptist Health Heart & Vascular Care lidera el camino con el programa de cirugía cardíaca robótica más grande de Florida y uno de los más sólidos de Estados Unidos. Sus cirujanos —muchos de ellos con miles de casos realizados y experiencia en la capacitación de compañeros en el mundo— ofrecen atención de alta calidad utilizando las plataformas robóticas más modernas. Estos abordajes, mínimamente invasivos, se traducen en una recuperación más rápida, menos dolor y mejores resultados a largo plazo.

Sistemas quirúrgicos tipo “caja negra”: Inspirados en la industria de la aviación, algunos centros utilizan sistemas basados en IA que registran y analizan cada paso de un procedimiento quirúrgico. Esta información contribuye a mejorar los protocolos de seguridad y los resultados con el tiempo.

Dispositivos vestibles y monitoreo remoto: Los dispositivos inteligentes y las aplicaciones móviles permiten que los equipos médicos controlen, en tiempo real, los ritmos cardíacos, presión arterial y otros signos vitales, apoyando el cuidado a largo plazo y reduciendo las readmisiones hospitalarias.

El Dr. Nguyen participa activamente en varias iniciativas de IA, entre ellas el desarrollo de estetoscopios y dispositivos de ultrasonido digitales para detectar problemas cardíacos más tempranamente, así como tecnologías vestibles (o portátiles) que monitorean métricas del paciente para predecir complicaciones postquirúrgicas, en ocasiones antes de que puedan ser detectadas por los humanos.

Estas tecnologías no están diseñadas para reemplazar a los profesionales de la salud, sino para ampliar sus capacidades. A medida que la IA sigue evolucionando, la supervisión ética, la privacidad de los datos y el acceso equitativo continúan siendo prioridades fundamentales para garantizar que la innovación beneficie verdaderamente a todas las comunidades.

En El Salvador, donde la enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de muerte prematura, las innovaciones podrían aportar beneficios significativos. Las estrategias nacionales de salud ya incluyen esfuerzos para abordar enfermedades no transmisibles, y existe un creciente interés en incorporar herramientas de salud digital y diagnósticos avanzados.

De cara al futuro, la adopción de nuevas tecnologías —combinada con la educación e inversión en prevención— puede contribuir a un escenario donde las enfermedades cardíacas se detecten más temprano y se gestionen de manera más eficaz.

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