Kevin, el “risoterapista” de Chalatenango y de la Universidad Óscar Arnulfo Romero

¿Alguna vez, en su infancia, ino-centemente usted se mofó de su madre, de su hermano, de sus amigos o de quien fuera diciéndoles “tico, tico” cuando algunas de estas personas se equivocaron?

 

Por: Susana Barrera.

Tejutla, Chalatenango.  Arrancar sonrisas ha sido desde hace muchos años su trabajo principal. Kevin López es un joven de 22 años de edad, originario de Comalapa en Chalatenango y ha descubierto que a través de su talento artístico puede desprender carcajadas de grandes y pequeños; Estos no lo saben, o tal vez sí, pero gracias a esas carcajadas este joven puede financiar su universidad y contribuir con la economía de su familia.

Su personaje es un payasito conocido en la zona norte como Tyko-Tyko, anima toda clase de festejos y sobre todo aquellos que mueven a apoyar alguna causa, ameniza eventos especiales y se diversifica. “Es risoterapia pura y sana”, dice Kevin, quien agradece a sus padres y esposa, quienes son su principal inspiración.

Kevin, en su vida cotidiana, es un destacado estudiante de la Universidad Monseñor Oscar Arnulfo Romero (UMOAR) de cuarto año de Ingeniería Agronómica, sus pasiones se mueven entre el agro y la diversión.

Tiko-Tiko, el estudiante de Ingeniería Agronómica.

“Mi Familia es la más orgullosa de mi, tanto como en el personaje de Tyko-Tyko como de mi vida cotidiana, mi madre es la impulsora de que me siga preparando y gracias a ella opté por estudiar en la Universidad.”

Aunque muy joven, Kevin se ha formado en artes escénicas en Costa Rica y ha tomado otros cursos que le fortalecen su creatividad y desempeño en el negocio de las sonrisas. “Se trata de dignificar la profesión de payaso”, justifica.

“Mi padre es el impulsor del trabajo, que hay que hacerlo de la mejor manera, de una forma honesta y cada vez hay que exigirnos más.  Mi esposa es la que siempre está conmigo, es multifunción igual que yo, al igual está cursando una carrera universitaria y es mi mano derecha en el trabajo”.

El risoterapista de Comalapa.

De acuerdo al diccionario, la risa es una reacción típicamente humana. Independientemente del sentido del humor de cada pueblo, todos los seres humanos de cualquier época y condición, necesitan reírse.

Tyko-Tyko guarda como gran experiencia el hecho que pudo hacer reír a una joven con cáncer, quien luego murió, pero que pudo sonreír aún en circunstancias difíciles, gracias a este payasito.

¿No cree que necesitamos muchos Tyko-Tyko en El Salvador y en la UMOAR, que hacen de la realidad un mundo de buenas acciones y sonrisas? Gracias Kevin por dar vida a Tyko-Tyko y arrancar sonrisas a la gente.

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