Se espera que el Directorio del FMI considere este programa para su aprobación a principios de febrero, una vez que se hayan implementado las acciones previas acordadas.
Foto: FMI.
Washington, DC. Técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades de El Salvador acordaron un nuevo programa en el marco del Servicio Ampliado del FMI (SAF) por unos US$1,4 mil millones.
La Misión del FMI estuvo encabezada por Luis Cubeddu, Subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, y Raphael Espinoza, Jefe de la Misión para El Salvador
Estos fondos servirán para respaldar la agenda de reformas del gobierno salvadoreño. Por el momento, dicho acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, pero se adelantó que este tiene por objeto reforzar la sostenibilidad fiscal y externa, mediante la aplicación de un plan de consolidación fiscal ambicioso y favorable al crecimiento, así como medidas para fortalecer las reservas.
En un amplio comunicado del FMI se expone también que los esfuerzos para mejorar la gobernanza, la transparencia y resiliencia serán esenciales para impulsar la confianza y el potencial de crecimiento del país, en un contexto de fuertes mejoras de la seguridad.
Las conversaciones entre ambas partes se dieron entre el 5 y el 14 de diciembre de 2024 y según Cubeddu y Espinoza, el acuerdo técnico se refiere a un programa de 40 meses en el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para atender las necesidades de balanza de pagos y respaldar las reformas económicas del gobierno.
También se espera que el programa catalice apoyo adicional del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros bancos regionales de desarrollo (Banco Centro Americano de Integración Económica, BCIE, y el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe, CAF) para un paquete de financiación global combinado de encima de 3,5 mil millones de dólares durante el período del programa.
El FMI señala que “la economía salvadoreña se sigue recuperando desde la pandemia respaldado por las fuertes remesas y a un notable repunte del turismo, en un contexto de mejora de la situación de seguridad, en el que los shocks climáticos sólo han tenido efectos negativos temporales”.
Además, el FMI admite que el déficit por cuenta corriente ha seguido reduciéndose y la inflación ha disminuido aún más, apoyada también por una baja de los precios mundiales de las materias primas. La situación fiscal sigue mejorando muy gradualmente, y las recientes operaciones de gestión del pasivo han reducido sustancialmente las necesidades de financiación a corto plazo, en un contexto de fuerte reducción de los diferenciales soberanos, explica.
Sobre la base de este progreso, y reconociendo los desafíos pendientes macroeconómicos y estructurales de El Salvador, el programa apoyado por el FMI tiene como objetivo fortalecer la estabilidad fiscal y externa. Así también como ayudar a crear las condiciones para un crecimiento más fuerte e inclusivo.
Elementos claves del programa
Política fiscal. El programa se basa en la mejora del balance primario de alrededor del 3,5% del PIB a lo largo de 3 años, para situar la proporción de la deuda pública en relación al PIB en una firme senda descendente tras alcanzar un máximo del 85% del PIB en 2024.
Gobernanza, transparencia, y resiliencia. La transparencia fiscal se fortalecerá sustancialmente, empezando por esfuerzos tempranos para mejorar el marco de responsabilidad fiscal, al igual que la información que se publica sobre la deuda pública, las pensiones, las empresas estatales, y los contratos públicos con transparencia sobre los beneficiarios finales.
Reservas. Se mejorarán los colchones fiscales y del sector financiero, entre otras cosas mediante un refuerzo temprano del marco de liquidez de los bancos que también apoye el crecimiento continuado del crédito al sector privado.
Activos digitales. En línea con las políticas del FMI, los riesgos potenciales del proyecto Bitcoin disminuirán significativamente. Reformas legales harán que la aceptación de Bitcoin por parte del sector privado sea voluntaria. Para el sector público, la participación en actividades económicas relacionadas con Bitcoin y las transacciones y compras de Bitcoin estarán delimitadas. Los impuestos podrán ser pagados sólo en dólares y la participación del gobierno en la billetera cripto (Chivo) se irá reduciendo gradualmente.