Empresas de alto rendimiento fundadas en sólidos valores

Por Mario Alfredo Cantarero*

El sistema valores y su vivencia se constituyen como la columna principal de una empresa. Si se comparten los valores, compartirán también los beneficios del trabajo. Los mejores beneficios que se pueden obtener son una moral alta, confianza, colaboración, productividad, éxito y competitividad.

Esos frutos sólo son posibles si se cultivan, a través de un proceso permanente, que supone una opción y un compromiso. La opción de reconocer y asumir el reto de cambiar. Compromiso de trabajar para el logro de un clima laboral, donde se producen y reproducen los valores diariamente.

En este sentido, la empresa debe ser responsable en sus acciones, comprometida con la calidad y fundada en la satisfacción del cliente.

Los propietarios y la gerencia deben concretarlas en el desempeño real de la empresa, con una serie de acciones que conduzcan al reino de la confianza, la eficiencia, la calidad y la honestidad.

La empresa debe esforzarse para que los trabajadores sientan que su opinión es escuchada. Esta apertura con la libertad de expresión potenciará su sentido de pertenencia, como lo han demostrado empresas como Bayer.

Así, con la realización de los valores, la empresa tendrá una mejor relación con el entorno, responsable hacia la comunidad y hacia el medio ambiente, será vista como una organización exitosa. Comunicacionalmente, alcanzará mayor capacidad de atraer, desarrollar y mantener a sus clientes.

Contrariamente, cuando una empresa sólo se preocupa por los valores en papel, y estos no se traducen en conductas y decisiones, el clima laboral se deteriora, y conlleva bajos desempeños, como suele ocurrir en el contexto nacional.

En las actuales condiciones de fuerte competencia en el mercado mundial, las empresas, para poder enfrentarla, deben convertirse en centros de excelencia, eficacia y creatividad.

Pero esta excelencia debe fundamentarse en una cultura de apertura, confianza y diálogo entre los sectores que la constituyen. Esto permite el arribo a acuerdos, con base a los cuales se pueden establecer la armonía, los logros y los beneficios mutuos

Entre las estrategias competitivas necesarias para el contexto actual, se encuentra el establecimiento de una cultura empresarial dirigida a los empleados. Así estos se constituyen en sus clientes internos y su fuente de competitividad.

Según la experiencia de la empresa alemana Bayer, esta estrategia permite el aumento de la productividad, precisamente por el empoderamiento de los trabajadores en la gestión productiva. Sólo en este ambiente de armonía laboral, tanto empresarios y trabajadores podrán lograr sus objetivos y aspiraciones.

La participación de los trabajadores debe expresarse en programas de capacitación, intercambio de información, salarios adecuados y consideración en la toma de decisiones.

A las empresas que funcionan con estos principios, se les denomina Organizaciones de Alto Rendimiento, las cuales se caracterizan por ser instituciones humanas, comprometidas en la formación de un capital humano y bien remunerado, y porque cuentan con los recursos tecnológicos adecuados, tendiente a lograr mayores niveles de eficiencia y productividad.

* Coordinador de las carreras de Comunicaciones en la Universidad Francisco Gavidia (UFG).

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