El uso creciente de la tecnología en la vida diaria de las personas adultas mayores las expone a riesgos online directos. ESET acerca consejos para aprender a protegerse de estos fraudes.
Centroamérica. En un contexto en el que la interacción con la tecnología es cada vez más frecuente, se observa que, además de ofrecer beneficios para todos los grupos etarios, también presenta riesgos significativos.
ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, afirma que los adultos mayores al utilizar herramientas digitales en su vida diaria, también se convierten en blanco de las amenazas online, como estafas que se dirigen exclusivamente a su grupo etario, aprovechando que no están tan familiarizados con estos entornos digitales para llevar adelante engaños.
“La tendencia, según el FBI con datos del Internet Crime Complaint Center (IC3), indica que 88 mil personas mayores de 60 años en Estados Unidos perdieron más de 3,1 mil millones de dólares en fraudes a través de Internet. Es importante promover la ciberseguridad entre la población adulta mayor, con estrategias adecuadas que les permitan navegar el mundo digital de manera segura y confiable. Conocer estos fraudes es el primer paso para prevenirlos y proteger a esta población cada vez más digitalizada”,comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Los cinco principales ciberdelitos que afectan a los adultos mayores y a los que este grupo tiene que prestar especial atención, según ESET, son: las Estafas por correo electrónico (phishing): Su objetivo es inducir a la descarga de un archivo o hacer clic en algún enlace potencialmente malicioso. Estos correos buscan despertar alegría o preocupación para que los usuarios reduzcan su atención y no sospechen, lo que los hace muy efectivos para los cibercriminales.
Llamadas telefónicas fraudulentas: Delincuentes que se hacen pasar por técnicos o familiares en apuros. Siguiendo la premisa de que “al entrar la emoción se va la razón”, es importante guardar la calma y, en ninguna circunstancia, proporcionar información personal o de personas cercanas al interlocutor.
Estafas en la web y redes sociales: Ofertas falsas, enlaces maliciosos, perfiles fraudulentos o mensajes sospechosos. Es usual utilizar algún buscador web como Google para encontrar productos o marcas y hacer clic en los primeros resultados, ya que se confía que estos están relacionados con los sitios oficiales, pero esto no siempre es así y se debe prestar atención.
Además, tener cuidado frente a mensajes de texto, WhatsApp u otros medios de mensajería que buscan, como el phishing, estimular emociones y alentar a su víctima a proporcionar información confidencial o a hacer clic en enlaces maliciosos.
También, está el secuestro de cuentas mediante estafas, en los cuales los cibercriminales se hacen pasar por agentes de los servicios de cuentas, como WhatsApp, y solicitan a su víctima un código de verificación que termina siendo la puerta de entrada para que el cibercriminal pueda tomar control de la cuenta de su víctima.
Un ejemplo de WhatsApp donde un usuario recibe un mensaje de un destinatario desconocido anunciando un supuesto beneficio que, desde luego, no existe, e intenta que transfiera dinero a cambio del supuesto beneficio.
Secuestro de cuentas: La comodidad de utilizar las mismas contraseñas facilita a los ciberatacantes el acceso a diversas cuentas de servicios en la red. Es importante que estas no sean las mismas ni triviales para todos los servicios, ya que, si un atacante logra acceder a una cuenta, lo más probable es que intente acceder al resto de las cuentas, y si las contraseñas son iguales, tendrán acceso automático a todos los servicios. Existen softwares especializados como KeePass para almacenar contraseñas y no tener que recordarlas.
QRs en acción: Los códigos QR son utilizados tanto para ver menús en restaurantes, compartir contactos o incluso para realizar pagos, es por lo que es importante prestar atención a estos códigos, ya que redirigen a algún sitio y no siempre legítimos. En el último tiempo se han detectado algunas estafas mediante el uso de códigos QR. Por esta razón, es muy importante estar seguros de qué estamos escaneando antes de hacerlo. Por supuesto, se trata de advertir que estos códigos pueden redirigirnos a sitios maliciosos.