Los gobiernos de Arena y el Fmln entregaron los territorios a las pandillas, y no hicieron absolutamente nada por garantizar a los jóvenes una transformación real de las comunidades, recordó el diputado Mauricio Ortiz.
Foto: Periódico Equilibrium.
San Salvador. La Asamblea Legislativa Aprobó este martes 14 de noviembre una ley para integrar, principalmente, las comunidades estigmatizadas por haber sido santuario de las pandillas con el resto del territorio.
Con esto se busca recuperar el tejido social, erradicar la violencia, disminuir la pobreza a través de programas que incentiven la cultura, arte y deporte entre otras disciplinas del saber humano indicaron diputados de la bancada cian.
El dictamen respectivo fue aprobado este lunes por la Comisión de Seguridad y Combate a la Narcoactividad, el cual contiene la creación de la Ley del Sistema de Integración Fase VI del Plan Control Territorial, que dará nacimiento a la Dirección Nacional de Integración, la cual ejecutará todo lo relacionado a la implementación de políticas de integración enfocadas a la disminución de la violencia y pobreza en todo el país.
La Asamblea Legislativa apoya así, cada una de las políticas, cuyo fin es mejorar cada día más la seguridad pública hasta erradicar a las pandillas y no permitir que se repitan los ciclos de violencia, explicó el diputado Giovanny Zaldaña.
Los gobiernos de Arena y el Fmln entregaron los territorios a las pandillas, y no hicieron absolutamente nada por garantizar a los jóvenes una transformación real de las comunidades, recordó por su parte el diputado Mauricio Ortiz.
Durante esos gobiernos la violencia llegó a su máxima expresión pero la actual administración gubernamental ha recuperado los territorios y devuelto el control a sus habitantes, por lo que es necesario iniciar un proceso de integración basado en la ley, justificaron.
El parlamentario Dennis Salinas destacó que las jornadas de arte, cultura y deporte son fundamentales para desarrollar el tema psicológico de las comunidades que fueron dañadas por las pandillas, tras añadir que ahora las comunidades tienen convivencia entre sí, algo que anteriormente era imposible por el control que ejercían las estructuras criminales en los territorios.