
“De esta forma estamos cambiando su calidad de vida”, explicó la funcionaria, quien participó en un acto significativo de inauguración formal como se le hace a una figura importante, y cómo no, si Doña Aurelia, también es importante porque es un ser humano.
Foto: Vivienda.
La Libertad. Cuando Doña María Aurelia Tejada nació, en 1928, gobernaba Jorge Meléndez Rodríguez, lo sucedieron Pío Romero Bosque, Arturo Araujo y un Directorio Cívico.
Después de estos, pasaron otros 23 gobiernos, incluidos los que dijeron que traerían la paz, los que trabajarían por la teoría del rebalse de la riqueza, los que dijeron que primero era la gente y los que señalaron que “esta vez es diferente” o que eran el gobierno “del Buen Vivir”.
Esta mujer curtida por los años y que hasta hace unos días vivía en un lugar que difícilmente podría llamársele vivienda, ha recibido entre lágrimas las llaves de su verdadera casa.
“En esta emergencia que vive nuestro país, doña Aurelia podrá descansar en su vivienda, donde estará segura.
Ahora, realizamos la entrega de su casita, ella detalla que este día, a sus 92 años, ha cumplido el sueño de su vida”, escribió la Ministra de Vivienda, Michelle Sol.
Cuando el actual gobierno decidió construir el bypass que mejorará la fluidez entre San Salvador y el occidente del país, se encontró a Doña Aurelia, viviendo en un espacio indigno en el cantón La Presa, de La Libertad.
Después, se descubrió su historia: ella trabajó toda su vida vendiendo en las calles, y le dijo a las autoridades que siempre luchó por tener una vivienda pero debido a su situación económica sólo logró hacer una de láminas.
“Es inexplicable describir la alegría que se ve reflejada en su rostro”, escribió la Ministra Sol tras inaugurar la nueva casa de Doña Aurelia.
La nonagenaria también estrenará una cama misma que sustituirá a un viejo “colchón” improvisado, de cartón, en el que dormía. “De esta forma estamos cambiando su calidad de vida”, explicó la funcionaria, quien participó en un acto significativo de inauguración formal como se le hace a una figura importante, y cómo no, si Doña Aurelia, también es importante porque es un ser humano.