En el país se están dando pasos concretos para impulsar el Open Finance. La interoperabilidad se traduce en la capacidad de diversos sistemas financieros para conectarse sin problemas.
Foto: Koibanx.
San Salvador. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, el Open Finance busca fomentar la colaboración y conectividad entre los participantes, tanto nuevos como tradicionales, de los ecosistemas financieros.
Lo hace otorgando a los usuarios la capacidad de utilizar el valor de sus datos para su propio beneficio, accediendo a una mayor cantidad y calidad de productos y servicios.
Dentro del Open Finance, surge la arista de interoperabilidad, que se traduce en la capacidad de diferentes sistemas para conectarse fluidamente, facilitando así a las personas el envío y recepción de pagos a cualquier parte del mundo rápidamente y a un costo sumamente competitivo.
La interoperabilidad en los rieles de pagos está ganando una relevancia notable por su capacidad de realizar un pago sin ningún tipo de fricción o dificultad, sin importar qué tipo de cuenta tienen el emisor o el receptor o con qué bancos o fintech operan, esto no solo fomenta la competencia y la innovación, sino que agiliza y facilita el movimiento del dinero y otro tipo de activos.
Este enfoque tiene el potencial de generar mejoras de la eficiencia y la reducción de costos en el envío de remesas, la implementación de nuevas regulaciones centradas en la gobernanza de datos e incentivos para promover la inclusión financiera de la población. Además, se anticipa un mayor acceso y uso de productos financieros en instituciones formales, lo que es relevante considerando que actualmente solo el 28% de los adultos en el país tiene una cuenta de ahorro.
En este sentido, la tecnología blockchain juega un papel clave para facilitar la interoperabilidad, al ofrecer una capa tecnológica costo eficiente que les facilita a las instituciones financieras comunicarse entre sí, sin comprometer sus intereses competitivos como entregar la “posesión” de sus usuarios, core o productos financieros.
Esto se traduce en la posibilidad de que los productos financieros de diferentes entidades operen en conjunto en una red confiable y descentralizada a la que todos los incumbentes tengan acceso, confiando en lo que sus pares registran.
Otro aspecto en el que blockchain puede contribuir e incluso potenciar a la interoperabilidad es a través de la tokenización de activos para su fungibilidad como medios de pago.
Para ponerlo en perspectiva, y como un ejemplo de lo anterior, un usuario local podría recibir pagos en monedas digitales o moneda fiduciaria y, al mismo tiempo, efectuar pagos en tiempo real en cualquier formato en su localidad o cuando se encuentre en un destino internacional.
La interoperabilidad es esencial para la conectividad global y la eficiencia en los pagos. La tecnología blockchain desempeña un papel fundamental al permitir la comunicación sin compromisos entre instituciones financieras, y con la tokenización, se habilitan los rieles que posibilitan pagos con múltiples activos, lo que está impulsando un cambio significativo en la forma en que las transacciones financieras se realizan.
Reconociendo la necesidad de una tecnología confiable y accesible para las entidades financieras, Koibanx ha diseñado y perfeccionado su plataforma, incluyendo un motor de tokenización auditado capaz de tokenizar seis clases de activos diferentes y múltiples monedas.
Además, han establecido conexiones con APIs bancarias en los países en los que operan, garantizando que cualquier activo tokenizado bajo la custodia de una institución financiera pueda operarse dentro del sistema financiero, gracias a la infraestructura y conexiones que han establecido.
En conclusión, blockchain tiene el potencial de facilitar la interoperabilidad financiera al proporcionar un marco seguro y transparente para la transferencia de activos digitales y datos financieros entre múltiples partes, allanando el camino hacia una mayor eficiencia y transparencia en la industria de la región.