La Plaza Morazán de San Salvador fue el escenario de un evento en el que las autoridades del Subgabinete de Prevención de la Violencia, presentó un informe de cómo se usan los fondos de la contribución especial.
Fotos: Periódico Equilibrium.
Susana Durán y Jackeliny Vásquez son solo dos facilitadoras de las muchas que desde hace unos tres meses trabajan en áreas de incidencia delictiva. Su misión: evitar que la niñez, adolescencia y juventud sea presa de la violencia y se conviertan en delincuentes.
El martes, una de estas dos jóvenes pintaba, sin ser artista de esa disciplina, un mural donde otros jóvenes plasmaban su energía, de la mano del maestro Héctor Hernández. Allí usan parte de los fondos que se generan por el uso de la telefonía celular o fija que la ciudadanía paga y con lo cual provee de fondos a esta juventud.
Pero no solo eso. También generan fondos para que el deporte llegue hasta donde se necesita; se dota de vestimenta artística a jóvenes que presentan bailes de contenido social; se provee la oportunidad para que parte de la juventud de comunidades en riesgo sean empleados en pasantías remuneradas; o se equipa a grupos de hombres y mujeres jóvenes que desean cultivar su cuerpo para derrochar la energía en bailes aeróbicos, por mencionar solo algunas de las actividades que el subgabinete está comprometido a hacer.
Ya son 42 escuelas en los municipios priorizados por el Plan El Salvador Seguro (PESS), donde, según el Presidente del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (Indes), Jorge Pérez, se atienden a más de 2 mil personas de esos sectores poblacionales.
El Instituto Nacional de la Juventud tiene un equipo de 67 personas facilitadoras juveniles, 20 de los cuales apoyan a las casas de la Cultura y la Convivencia en estos municipios.
Otro sector de esta juventud dinamiza espacios de participación juvenil comunitaria o municipal.
Los instrumentos musicales que reciben las casas de la Cultura en los festivales del Buen Vivir, dice la titular de la Secretaría de Cultura, Silvia Elena Regalado, han permitido organizar caravanas artísticas presentando espectáculos que llevan alegría a residentes de los municipios vulnerables.
El Viceministerio de Prevención Social, a través de su titular Luis Roberto Flores Hidalgo, se refirió a la idea “poco vendible”, al menos dentro de El Salvador, que representa la prevención, porque es más fácil contar los cadáveres de las víctimas de la violencia letal y las personas lesionadas en cualquier circunstancia.
Más bien, dice, hay muchos países que observan cómo El Salvador desarrolla estos planes y han mostrado su interés en replicar este plan, en vista de la articulación de eventos que llegan hasta las comunidades.
Aquí intervienen la municipalidad, la comunidad y la población organizada o no organizada que ha dado paso al programa Actívate para atender a las comunidades deprimidas que ya van en una ruta que apoyan líderes religiosos y de otras entidades que creen en los programas de rescate de la población infantil y juvenil.
“Un joven incorporado en una actividad deportiva o cultural distrae la mente y va viendo hacia el futuro, pero se necesita un andamiaje”, dijo Flores Hidalgo.








