El Director del Centro Cultural de España en El Salvador, Fernando Fajardo, dijo que colaborar en el rescate de la lengua materna salvadoreña es una especie de “justicia restaurativa”. En la gráfica, Anastasia López.
Fotos: Periódico Equilibrium.
Nahuablantes de Santo Domingo de Guzmán y un voluntario que por amor a la lengua materna mantiene una escuela de enseñanza del idioma original de El Salvador en ese municipio de Sonsonate, para arraigarla en las nuevas generaciones, estuvieron en el mercado Cuscatlán, de San Salvador.
Su motivo era la Celebración del Día Internacional de la Lengua Materna establecida por el Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para conmemorarlo el 21 de febrero de cada año, desde 1999.
“Estamos con un proyecto desde 2012 con la compositora y directora de orquestas Sonia Mejías, en el fomento de El Cancionero Náhuat, no solo con canciones originales sino cualquier tipo de expresión coral, en lengua Náhuat, fijarlo en partituras, acercarlo a la Orquesta Sinfónica de El Salvador (OSES) y a los coros, para formar un acervo para que esté a la mano de las orquestas y coros de niñez, sería hermoso que los coros del país pudieran cantar en esa lengua”, reflexionó Fernando Fajardo, director del Centro Cultural Español en El Salvador (CCESV), quien es parte de los esfuerzos de la revitalización de la lengua originaria del país.
Para Fajardo, el apoyo de España en este esfuerzo se traduce en “una especie de justicia restaurativa”.
La historia ha demostrado que la conquista de América trajo consigo nuevas costumbres y se erosionaron las propias al punto de la desaparición y casi se hace lo mismo con la lengua Náhuat.
Esa justicia restaurativa se da “en cuanto podemos colaborar a darle luz a una lengua que está bastante erosionada y lograr que a través de la música o cualquier otro medio se haga familiar el idioma y haya más hablantes”, complementó Fajardo.
Anastasia López es una de las pocas nahuablantes de la lengua origianaria. Dice que tiene una nieta de cinco años que ya canta el himno Nacional en Náhuat.

Reclamó que la juventud se está dedicando a aprender inglés y francés y no Náhuat, pese a que esta es una necesidad “para comunicarse con la comunidad nahuablante” de El Salvador.
La lengua es un producto humano que corre paralelo a la identidad del pueblo salvadoreño, es un patrimonio cultural de una región, una manera de sentir y pensar de un pueblo, dijo el maestro de ceremonia para dar por iniciado el recital musical en Náhuat.
En El Salvador coexisten tres lenguas maternas: Lenca, Cacaopera y Náhuat, pero este último se usa aún como vehículo comunicacional en Santo Domingo de Guzmán, municipio de Sonsonate; pero de manera parcial en Tacuba, Nahuizalco, Cuisnahuat y San Salvador, como comunidades neohablantes.
Las lenguas se están perdiendo al mismo ritmo que las especies vivas y las lenguas maternas son importantes en el equilibrio de la diversidad lingüística, en la multiculturalidad y diversidad de los pueblos, se advirtió en el recital.
En 2017, el tema que se impulsa en la celebración del Día de la Lengua Materna es: “Hacia un futuro sostenible, a través de la educación multilingüe”.
La serie de recitales en lengua Náhuat, formó la agenda principal de la actividad con la que el Gobierno de San Salvador celebró este día.
Suesy Callejas, Secretaria de Cultura de San Salvador dio la apertura del evento y Carlos Ruiz, hizo la traducción al Náhuat. El mensaje señalaba entre otras cosas que gracias a la declaratoria de la Unesco sobre el Día Internacional de la Lengua Materna, se da importancia a la lengua y la identidad de los pueblos.
Callejas dice que estos hombres y mujeres que ofrecieron el concierto en lengua Náhuat han hecho un aporte trascendental sobre el acervo salvadoreño.
Pero a eso le sobreviene un potencial seguimiento a la promoción de la lengua a través de la inclusión de la misma en la señalética urbana del Centro Histórico de San Salvador, en la que se marcarán rutas en Náhuat, español e inglés.
Además se ha creado una línea editorial municipal dedicada a la cultura originaria que se iniciará con la edición bilingüe este año de la Antología de Poesías en lengua materna.
También colabora en la impresión de la primera edición del libro de enseñanza Náhuat, de Werner Herández.

En el evento también estuvo presente Ali Kader, un ciudadano bengalí que dio su mensaje en su idioma original y que hizo alusión a un crimen ocurrido en su país el 21 de febrero de 1952 contra cinco estudiantes bengalíes que defendieron la lengua natal ante la presión del gobierno pakistaní para imponer su idioma.
El gobierno de Pakistán exigía a los bengalíes hablar Urdu (idioma de Pakistán), la gente y los estudiantes ante esta represión decidieron manifestarse en contra de esta medida. Ante eso, el gobierno pakistaní mando a asesinar a los manifestantes y en el hecho murieron Salam, Barkot, Rafiq, Shafiq y Jabbar. Así intentó demostrar a la gente que Pakistán tenía el control.
Pero esta medida solo fortaleció al movimiento de la lengua materna, al punto que años más tarde es Pakistán el que adopta y reconoce el bangali como lengua oficial al igual que el Urdu.
Es justamente sobre este hecho que se basa la declaración de la Unesco para decretar el 21 de cada febrero el Día Internacional de la Lengua Materna.


