De acuerdo con Fitch Ratings “el presupuesto de 2021 presentó un gran déficit fiscal en medio de opciones de financiación aún limitadas y pronosticamos que la deuda de las administraciones públicas aumentará por encima del 90% del PIB este año”.
Foto: Periódico Equilibrium.
Nueva York/Londres. Pese a que se anuncia el fin del estancamiento en El Salvador tras los resultados electorales, Fitch Ratings advierte en un artículo publicado este martes, que las implicaciones políticas en el país no están claras aún.
En un artículo publicado este martes, ha señalado que la victoria del partido Nuevas Ideas del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pondrá fin al estancamiento político del país.
Pero inmediatamente después indica que “no está claro si esto conducirá a una implementación de políticas de fortalecimiento de las finanzas públicas”.
El estancamiento que supuso la férrea oposición de los partidos Arena y Fmln ante los planes del gobierno “ha obstaculizado la implementación de políticas y reducido la capacidad del gobierno para obtener financiamiento externo de acreedores del sector privado u oficial, señala el artículo.
Además, asegura que la dependencia excesiva de los préstamos del mercado interno para satisfacer las elevadas necesidades de financiación del gobierno, ha elevado, a su vez, los costos de los referidos empréstitos
“Las restricciones de financiamiento, junto con el deterioro en las métricas de sostenibilidad de la deuda, debido al impacto en los ingresos y gastos de Covid-19, llevaron a nuestra revisión de las Perspectivas de la calificación soberana ‘B-‘ de El Salvador a Negativa de Estable en abril de 2020”, asegura.
Sobre las elecciones
La calificadora se ha referido también a los resultados electorales como un fenómeno que cambia la configuración política y otorga más poder al gobierno.
A este momento, cuando ya se tiene el avance del 90% del conteo de los votos Nuevas Ideas y sus aliados ya gozan de una mayoría en el Congreso, con dos tercios de los votos a su favor, lo que a estas alturas del proceso ya asegura una mayoría calificada
“Los dos partidos que han dominado la política salvadoreña desde que terminó la guerra civil en 1992, la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el izquierdista Frente de Liberación Farabundo Martí (FMLN), habían recibido solo el 8% y el 7% de los votos, respectivamente”, describe el artículo.
Con esta nueva dinámica política, la elección legislativa y municipal que se decantó en favor de Nuevas Ideas y sus aliados, podría facilitar el endeudamiento externo y el ajuste fiscal, estima Fitch Ratings.
Además, observa que Bukele aún no ha establecido una estrategia fiscal a mediano plazo y, los planes de su administración para un presupuesto suplementario para 2020, habrían reducido los compromisos de consolidación incluso antes de la pandemia.
También observa que la obtención de financiamiento externo a través de un programa del FMI estaría supeditada a compromisos de ajuste fiscal, estimados en 3% del PIB prepandémico.
“El gobierno ha indicado que establecerá sus planes fiscales este año, pero no está claro hasta qué punto priorizará la reducción del déficit. El débil crecimiento económico ya estaba afectando la dinámica de la deuda antes de la pandemia y, junto con el impacto de Covid-19, crea presión política para políticas más expansivas para reducir la pobreza e impulsar el empleo”, destaca, al tiempo que pronostica que el crecimiento volverá a caer al 2,5% en 2022, después de un repunte del 5% este año, en virtud del crecimiento anual del PIB promedió de alrededor del 2,3% en los cinco años anteriores a la pandemia.