La Unión, Chalatenango, La Paz, Cabañas y Santa Ana, son los departamentos más afectados por los incendios de esta naturaleza.
Lejos de disminuir, los incendios forestales se han incrementado año con año. En comparación con 2012, la cantidad de siniestros del año pasado alcanzó un 43.34 % más, destacan las autoridades de Protección Civil.
La mayor parte de incendios tiene origen en la quemas de rastrojos, basura o cañaverales, además en la técnica de extracción de miel, o por descuidos de excursionistas o fumadores.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), señala que, aparte de los daños directos por la quema propiamente dicha, el medio ambiente sufre los embates de esta práctica porque se calcula que, por cada hectárea incendiada se desprenden 68 toneladas de dióxido de carbono y, en consecuencia, se destruyen 75 toneladas de oxígeno y siete más de hidrógeno.
Por esa misma razón se ha anunciado el plan nacional de prevención de incendios para este año, mismo que estará a cargo del Sistema Nacional de Protección Civil y de la Comisión Nacional de Incendios Forestales, con el apoyo del Cuerpo de Bomberos, de los gobiernos locales y varios ministerios.
Residentes en las comunidades más vulnerables a estos fenómenos, serán capacitados para que se involucren en las actividades de prevención.