Una apuesta por el fútbol femenino

 

Julio Panameño, da indicaciones a sus pupilas, durante el encuentro de Los Alacranes contra el equipo de la alcaldía de Mejicanos, en la cancha de la colonia Lincoln, en el mismo municipio.

 

La escuela «Los Alacranes», no tiene nada que ver con arácnidos, está dirigida por un veterano y le apuesta a llevar a la cima a jovencitas interesadas en un deporte que hasta hace pocos años era un patrimonio de los hombres.

Se trata de formar expertas en fútbol. Julio Panameño se encarga de formarlas técnica y físicamente y ellas ponen todo de sí porque quieren verse un día en la máxima representación del fútbol femenino nacional: la Selección mayor de mujeres.

Jeniffer observa a la selección de Alacranes que enfrenta a la de la alcaldía de Mejicanos.

Panameño tuvo la iniciativa de formar mujeres futbolistas. Él es un profesional como técnico; en enero de este año entregó un proyecto a la FESFUT sobre la promoción del fútbol femenino y entre noviembre y diciembre se jugará un torneo metropolitano que arrancó el pasado sábado, gracias a esa iniciativa.

Aunque su proyecto está basado en la prevención de la violencia y cohesión social, ahora se piensa en profesionalizar a señoritas en este deporte. Convertido en un oasis ante la situación violenta que vive el país, las futbolistas tienen un espacio para mantener su mente positivamente ocupada y dejan todo en la cancha: sus dotes y sus problemas. Muchos padres acompañan a sus hijas y las apoyan, por ello, el esfuerzo también ha adquirido el componente de cohesión social.

En la escuela se tienen cuatro categorías, la  Sub 16, Sub 17 y Sub 19. Pero existe también el equipo mayor que ha ganado varios campeonatos locales y nacionales. Algunas ya participan en categorías nacionales.

Una de ellas es  Jeniffer Henríquez. Ella tiene 20 años y es universitaria. Estudia licenciatura en Educación Física en la universidad Pedagógica de El Salvador.

Las Alacranes (de negro), durante una de las acciones del partido contra la selección de Mejicanos.

La convivencia es una de las cosas que la ha mantenido adentro del proyecto de Panameño. Desde los 13 años lo practica y ha tenido el apoyo de su familia y en todo el tiempo que ha gozado de este deporte, ha visto a muchas niñas más interesadas en el fútbol; eso es bueno porque se fomenta la igualdad entre varones y niñas, dice.

Su sueño es estar en la selección nacional, pero no ha tenido la oportunidad y, además, tiene poco tiempo para llevar el fútbol a ese nivel y el estudio simultáneamente, se lamenta.

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