Santiago Vásquez, el Poeta ahuachapaneco que representa a El Salvador

A partir de este Sábado, un poeta salvadoreño de origen ahuachapa-neco, se sumará como colaborador de Vitrina Literaria, para compartir con la población lectora de este medio, parte de sus obras.

 

Foto: Cortesía.

Allá por la década de los 70, un niño afro, delgado, moreno y de hablar pausado y claro mostró ante sus mentores una actitud proba; era muy ordenado con sus cuadernos forrados de papel de empaque, mismos que llevaba a la escuela, en su bolsón hecho manualmente de tela; iba con sus pies descalzos muy limpios y así se ganó el cariño de gran parte de la comunidad educativa.

Su impecable presentación ordenada, su humilde pero limpia y bien cuidada vestimenta (uniforme escolar) y su elegante letra casi gótica, deparaban que era más que un estudiante de primaria. Estudiaba en el Grupo Escolar “Isidro Menéndez” de la ciudad de Ahuachapán y allí era un ejemplo para muchos en esa escuela de varones.

“El Colocho” lo llamaban sus amigos, compañeros y conocidos y él, con su sonrisa y sin decir nada, correspondía al saludo de todos. Muy pocas veces lo llamaban Santiago, quizás le decían su nombre de pila solo cuando la señorita Gisela pasaba lista de asistencia a su alumnado:

– “¡Santiago Vásquez!”

– “¡Presente!”, decía, tras levantarse de su asiento y ponerse firme, erguido, con los brazos tendidos en sus costados y pegados al cuerpo. Y se sentaba, para casi no hablar más y meterse en su clase, de lleno.

El resto de la mañana ya no se oía su nombre, sino su sobrenombre: El Colocho.

Años más tarde, cuando todos sus compañeros salieron cada quien por su lado hacia la Escuela Militar, hacia la capital salvadoreña o hacia Estados Unidos y tras formarse académicamente en el Instituto Nacional Alejandro de Humboldt, en el colegio Ahuachapaneco de Comercio y en la Universidad Nacional, Santiago, “El Colocho”, se convirtió en docente de Lenguaje y Literatura, en comunicador social y en locutor autorizado por el extinto Ministerio del Interior (Ahora Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial).

Hoy, el segundo de diez hermanos, a sus 58 años, y desde hace muchos años atrás se ha dejado seducir por las musas quienes lo asaltaron para convertirlo en Poeta, cuentista y gestor cultural.

Como miembro de los Colectivos Literarios, “Letras sin Fronteras”, Taller Literario “La Fragua” y “aBrace Cultural” de Argentina (de este último es representante Legal en el Salvador) ha producido poesía como “La Querencia de la Montaña”, “Desde Los Ausoles a la Patria Mía”, “Rostros Bajo los Escombros”, “Versos para amar en silencio”, “Amor Bajo la lluvia Y la tormenta”, “Vigilante de tu Sombra” y “La hiel también empalaga”.

También es autor de los cuentos “A Pie por la Quebrada” y “Bajo la sombra del Amate”; además de poesía infantil como “Mi escuelita y Yo” y “Jugando en clase”.

Su trabajo literario ha sido incluido en Antologías como “Pasos Encontrados”, “Surgente”, “100 Poetas por la Paz” ediciones 2017, 2018 y 2019, “Poesía en plegables literarios”, todas estas de Argentina; así como “Antología de Poetas Hispanoamericanos”, “Refugio” y “Letras como Espadas”, de España.

También se incluyen en otras antologías como “Dos naciones en verso” Poesía cubana-salvadoreña, y “Letras sin Fronteras”, ediciones II, III y IV, de El Salvador, entre otras.

Santiago Vásquez ha participado en ponencias y recitales en distintos lugares dentro y fuera del país, como el XVI Festival Internacional de Poesía, en la Habana, Cuba; yFestival de Poesía “Avenida los Arboles”, Guatemala, entre muchos otros.

Los reconocimientos han sido muchos para Santiago; algunos de estos fueron otorgados por la Universidad San Carlos, de Guatemala; Universidad de El Salvador en el I y II Festival Centroamericano de Poesía “Anastasio Aquino, 2018” y “Oswaldo Escobar Velado 2019”; y por el Instituto Nacional de Jujutla y el Ministerio de Educación.

Santiago Vásquez compartirá con la población lectora de Periódico Equilibrium sus obras literarias en el espacio “Inédito, Vitrina Literaria”, el cual fue abierto por este medio digital para dar cabida a personas que en El Salvador se dedican a producir poesía, cuentos, novelas u otro tipo de géneros literarios.

El siguiente poema, es una de sus obras:

Solidaridad

¡Hermano!

Atrapemos

un puñito de sombra

¡Ya hace falta!

¡Mira!

El sol ha quemado

las pestañas

del futuro

y amenaza

las cortinas

de la tarde.

Los hombres

se han vuelto

la espalda,

el canto perspicaz

de la cigarra

se ha desvanecido.

¡Hermano!

Resguardemos

el verdor

de la última montaña

que aún queda

y ¡Anímate!

Atrapemos

un puñito de sombra

para ti,

para mí,

para otros;

¡Mira!

Que…

Ya nos hace falta.

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