De las inves-tigaciones de parte de las autoridades policiales y de la Fiscalía General de la República, no se tienen informes sobre avances de los posibles responsables del crimen.
Foto: Periódico Equilibrium.
El pasado Jueves Santo marcó un día de luto para la Iglesia Católica, debido al asesinato del sacerdote Walter Osmir Vásquez, cometido por delincuentes en una zona rural del municipio de Lolotique, en San Miguel.
Dos meses después del magnicidio las autoridades eclesiásticas, mediante un pronunciamiento oficial de la Conferencia Episcopal de El Salvador, han elevado de nuevo su voz para pedir que se den a conocer resultados de las investigaciones.
“Hacemos un vehemente llamado a las autoridades correspondientes a que cumplan con su obligación para que este grave crimen sea esclarecido”, dice parte del pronunciamiento del clero salvadoreño.
Agregan que la sociedad tiene inalienable derecho a conocer la verdad sobre el caso y que se administre justicia.
Además de solicitar que no quede en la impunidad este crimen, la Conferencia Episcopal dijo que también desea que todos los crímenes que lamentablemente a diario se cometen en El Salvador, sean debidamente investigados y que “sin excepción” se administre justicia.
El pronunciamiento ha sido elaborado por los obispos de El Salvador, en el marco de su asamblea extraordinaria, celebrada el pasado 30 de mayo.
El Padre Walter fue asesinado con arma de fuego el 29 de marzo, cuando junto a dos feligreses se conducía en un vehículo en la zona rural de Lolotique, para dirigirse al cantón Las Ventas, de esa localidad, a fin de celebrar la Última Cena de Jesucristo, como una rememoración de la instauración del sacerdocio que la Iglesia Católica recuerda cada Jueves Santo.