En los últimos diez años se han intervenido 121 municipios, realizado 700 obras, invertido $33 millones y mejorado la calidad de vida a unas 400 mil personas.
Foto: Periódico Equilibrium.
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) es reconocida como un centro de pensamiento, investigación y de propuestas de políticas públicas, pero lo que poca gente conoce de esta fundación es su trabajo encaminado a promover el desarrollo comunitario y su lucha contra la pobreza.
“Fusades pasa de ideas, pensamientos y propuestas a acciones concretas a través de su programa Fortalecimiento y Acción Social (Fortas) y hoy, como en 1988 nuestro concepto de trabajo siempre ha sido el mismo que es integrar esfuerzos y unirlos, a favor de las personas que no tienen las mimas bendiciones que nosotros”, dice el Director, César Méndez.
La cara social de Fusades es, precisamente, este programa mediante el cual la institución hace un proceso participativo con la gente, se define cuáles son los proyecto, su pensamiento su sentir en las comunidades y se provocan procesos participativos.
Son las comunidades las que finalmente plantean su propio desarrollo a corto, mediano y largo plazo y Fusades les apoya junto al actor principal que son los gobiernos locales.
Las personas que representan a Fortas dicen que cada semana se hacen visitas a comunidades pobres o alcaldías en cualquier lugar del país que llega a Fusades a exponer las necesidades; al final del día Fortas define prioridades.
Pero la idea es que la gente y sus gobiernos locales construyan comunidades sostenibles con la participación de empresas privadas y cooperantes, para ayudar a vencer la pobreza que es el producto del bajo crecimiento y la falta de oportunidades pero, además, de la falta de acompañamiento a las personas necesitadas.
Por eso mismo es importante el acercamiento a la comunidad y diciéndoles “ustedes con capaces de, usted va a ir con nosotros y lo va a defender (el proyecto)”, se logra la inclusión. Eso empodera y es garantía de sostenibilidad, sostiene el Director.
El trabajo
A través de Fortas, Fusades hace proyectos de infraestructura y de generación de ingresos mediante la modernización agrícola.
En este punto, se trabaja con personas que se dedican a la agricultura en pequeño y luego de un año hay una reconversión para que manejen mejor su rendimiento, luego se les enseña a diversificar sus productos; así, la agricultura solo basada en el maíz y frijol pasa a explotar las hortalizas que son muy importantes en términos de ventas.
“Tenemos casos en los que jóvenes que tenían pensado irse del país, de repente ven una agricultura diferente y se vuelven muy entusiastas”, se congratula el Director.
Desde esta perspectiva se ha trabajado en todo el país en los últimos diez años en 121 municipios, ya van 700 obras, se gestionan e invierte para las comunidades; a la fecha van $33 millones invertidos y más de 400 mil personas han mejorado sus condiciones de vida.
Dos casos emblemáticos
Concepción Batres y Caluco son dos municipios de Usulután y Sonsonate, respectivamente; Fortas ha decidido trabajar el territorio completo de estos, para hablar, compartir y luego construir una visión de desarrollo donde las alcaldías están comprometidas totalmente.
La participación del gobierno local es primaria, pero debe hacerse con apertura y trasparencia y, lo más importante, trabajar alejados de la política partidaria, “es bonito porque trabajamos con alcaldías de diferentes partidos políticos, eso no hace diferencias, lo que la hace es el liderazgo.
“En todos los casos en que nosotros hemos trabajado los alcaldes van con todo, hay un respeto al tema de ausencia de política partidarista”, cuando eso ocurre los cooperantes y la empresa privada están dispuestos a acompañar el gobierno local; entonces, para los alcaldes, una buena gestión representa una credibilidad y la oportunidad de que otros cooperantes crean en el desarrollo del municipio y lleguen más ingresos, exalta el profesional.
De esta forma se han construido y equipado más de 122 escuelas, 24 centros de salud, se han impulsado cinco programas de municipio y programas de desarrollo. En Caluco, además se ha concretizado un centro de desarrollo juvenil.
Concepción Batres
Hay casos muy interesantes, pero en Concepción Batres, se trabaja en una comunidad que cuando se construyó el plan de desarrollo era sumamente pobre.
“Recuerdo que una de las necesidades más importantes era el mejorar el Centro de salud, además tenían el problema del agua potable y el acceso, eso quedó en el plan, finalmente se hicieron varias de esa iniciativas, unas las hicimos nosotros; otras, la alcaldía; otras, con terceros.
Pero al final tienen agua potable un proyecto que se hizo con la embajada de Japón, se amplió la clínica con el apoyo de la embajada de Alemania. Se mejoró el establecimiento de salud y se inauguró a finales del año pasado.
En este último proyecto la embajada alemana otorgó $10 mil; la Alcaldía, entre $12 mil y $14 mil, la comunidad aportó con trabajo y Fortas con la asistencia técnica, Laboratorios Paill que es un muy buen aliado de Fusades, permanentemente apoya con donación de medicamentos, “esto crea una sensación de que las cosas van mejorando”, dice el Director de Fortas.
Antes, en Concepción Batres solo cuatro de cada diez habitantes tenían agua potable domiciliar; después de los tres años de intervención, ocho de cada diez la poseen.
En los proyectos agrícolas de 60 dólares que percibían al mes en Caluco y de 100 dólares en Concepción Batres, hace un año; ahora tienen ingresos de 300 y 350 dólares mensualmente. “Ese es el tipo de manejo que nosotros hacemos en el que identificamos dónde estaban y a dónde han llegado”, afirma el responsable del programa.