La PDDH pidió al Fiscal General, Raúl Melara, y al Director de la PNC, Comisionado Mauricio Arriaza Chicas investigar para deducir las responsabilidades correspondientes.
Foto: FGR.
El comunicador Max Ernesto Pérez Rivas, quien labora en el Departamento de Comunicaciones de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, está desaparecido desde el pasado 4 de agosto.
Su desaparición ocurrió en Soyapango, al oriente de San Salvador; la Fiscalía General de la República, han comenzado las acciones de búsqueda en el marco del Protocolo de Acción Urgente (PAU).
Dicho protocolo se refiere a la investigación inmediata, coordinada y conjunta con las diversas instituciones que interactúan con las víctimas de delito vinculadas a la desaparición, por medio de la comunicación permanente para la eficaz investigación de los hechos, dijo el titular de la institución, Apolonio Tobar.
Después de cuatro días de desaparición, aún no se ha informado nada al respecto de parte de las autoridades pertinentes.
Tobar dice que la institución se ha sumado a las investigaciones y la búsqueda de Pérez Rivas, además de prevenir afectaciones a la vida, integridad y libertad del mismo y de sus familiares.
“Es determinante la asistencia, moral, jurídica y psicosocial para la familia de nuestro compañero de trabajo, con quienes me solidarizo y acompaño en estos duros momentos de incertidumbre”, dijo el Procurador en un comunicado oficial.
Tobar también pidió al Fiscal General de la República, Raúl Melara, y al Director de la Policía Nacional Civil, Comisionado Mauricio Arriaza Chicas investigar para deducir las responsabilidades correspondientes.
Además, les solicitó garantizar a los familiares de Max Ernesto Pérez Rivas su derecho de acceso a la justicia, información, protección y a la búsqueda de la verdad en el hecho. Sobre este caso, Tobar dijo que la actual situación y protección de las personas desaparecidas y sus familiares en el país reviste una gran importancia, por lo que es prioridad el acompañamiento a las familias en la angustia que atraviesan día con día al no conocer el destino de su ser querido.