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Un valioso aporte histórico presentó este martes el Centro Nacional del Registro (CNR)para dotar a los ciudadanos salvadoreños de un documento de consulta que será distribuido en las bibliotecas del país.
Se trata del Atlas Histórico Cartográfico de El Salvador que contiene 174 mapas históricos que datan de 1529 hasta 1909 y que representan la evolución del territorio nacional, hasta llegar a su actual cartografía.
La documentación reflejada en este documento, ha sido recolectada de diversas bibliotecas del mundo y fue preparado a iniciativa de los historiadores Pedro Escalante Arce y Carlos Cañas Dinarte, según lo señalaron las autoridades del CNR.
Esta obra “es producto de los talentos de muchos, de ahora y de ayer, salvadoreños y extranjeros”, dijo el presidente del CNR, Enrique Argumedo.
La edición de la obra fue posible también, por el aporte de FUNDEMAS y de CEL. La presidenta de esta última institución, Elena de Alfaro, dijo que esta institución cumple de esta manera con su compromiso de apoyar el desarrollo económico y social de El Salvador, porque con la obra se agrega valor al desarrollo educativo y a la difusión de nuestra cultura.
Pedro Escalante Arce dijo por su parte, que este trabajo que ha significado una ilusión, es una obra que se tuvo en mente hace varios años en la Academia Salvadoreña de la Historia, pero no se culminó sino hasta este año, con el apoyo del CNR, el cual deberá sentirse orgulloso de que aporta una recopilación histórica hecha por el historiador Carlos Cañas Dinarte.
Es una obra de referencia única que servirá no solo a estudiosos de la historia, sino para todo el que quiera deleitarse con la información y con los mapas que realmente son obras de arte, pues son productos del siglo XVIII, ya que en esa época se adornaban los mapas con escenas propias de la época.
El representante de CEL, Jaime Contreras, dijo por su parte que el Atlas presenta las diversas caras que ha tenido el país a través de los años y que la institución se siente honrada por la culminación del registro cartográfico.
El siguiente es un fragmento del contenido del Atlas formado por 380 páginas: “En la Biblioteca Nacional de España se encuentra catalogado y conservado este Derrotero de las cartas de América desde la ciudad de Compostela hasta el estrecho de Magallanes, con el de las islas de Juan Fernández y la de Salomón, un documento fecha do hacia 1601 y cuya hoja 27 es un colorido mapa manuscrito de 30 por 42 cm; plasmado sobre dos folios, con autoría atribuida al francés Lois Chancels de Langrange. Es muy probable que ese conjunto de mapas haya sido el que fue capturado por bucaneros ingleses frente a Ecuador, en 1681, y que fue reclamado luego por la corona ibérica ante su par británica.
Representa al relieve y localidades existentes en una parte del litoral pacífico del Reino de Guatemala, desde la sierra y población de la Paneca (sic: Apaneca) hasta la Punta de los Remedios. Copias del mismo fueron hechas entre 1681 y 1685 por el bucanero inglés Basil Ringrose (¿1653?-1686) y el geógrafo británico William Hack (1655-1708). Entre 1683 y 1685.
Con el relieve marcado por montes de perfil dibujados con plumilla y tinta negra las poblaciones aparecen señaladas en el mapa mediante edificaciones, entre las que sobresalen, por su buen gusto, la iglesia que marca a la villa de la Santísima Trinidad de Sonsonate, rodeada por los ríos Salado y Sonsonate y por el volcán de Sonsonate (como se llamaba al de Santa Ana, antes de la aparición eruptiva de Izalco) y el puente que superaba a esa población de las cercanas de Izalco, Tacuzcalco, Naulingo (sic: Nahulingo) y Caldeo (sic: Caluco).
Además, el manuscrito indica la posición de la playa de Acajutla, una aldea de pescadores y las bodegas del surgidero de Sonsonate _al que señala como de fondo limpio, con 12 brazas y aparece representado mediante un buque_. Entre las ubicaciones del surgidero y de Punta de los Remedios se dejó anotado que allí había ratones, una prevención explícita para los marinos con el fin de que evitaran el embarque accidental de roedores que pusieran en peligro a los cargamentos y a sus tripulaciones.
En la parte inferior izquierda, se dejó un texto con distancias en leguas y una adición con tinta y letras distintas, en la que se indica que Sonsonate era una abundante villa de españoles debido al comercio del ganado. Por su parte, en el lado inferior derecho, la misma mano que hizo la anterior anotación dejó asentado que el surgidero de Sonsonate era empleado para descargar las mercancías que, procedentes de los puertos del Perú, iban destinadas a la ciudad capital del Reino de Guatemala.”